La Otra


Entra en el portal cargada de bolsas. Tiene que colocar toda la compra en unos minutos, que son los que le quedan antes de bajar.
Él está a punto de llegar y no le gusta esperar; podrían verlo, siempre teme que alguien pueda verlo.
Él ha de guardar las apariencias, tiene mucho que perder si alguien de su entorno lo ve.
Por éso es que casi nunca salen juntos, casi nunca entran juntos.

Ella sabía que esto iba a ser así, pero ahora se le está haciendo muy difícil de soportar. Llevan así cuatro años y está cansada. No, ya no es feliz.

Mientras deja la compra en su sitio, Charo piensa que últimamente ésta es una sensación recurrente. Cada vez más a menudo se encuentra pensando en que su vida no es lo que debería de ser, lo que siempre imaginó.
Se siente atrapada, se siente víctima de su propia decisión, de su propio amor. Ahora piensa mucho en ello y estos pensamientos no le gustan. Ella no quiere seguir sintiéndose atrapada... víctima...

Charo termina de colocar las cosas y aún le da tiempo a prepararse. Se maquilla y se perfuma. Elige un hermoso traje negro con la espalda al aire, se calza unas sandalias en plata y con el pelo recogido se observa en el espejo. Se retoca y se vuelve a mirar: todo es poco para estar guapa para él.

Ella sabe que él no soportaría verla con chándal, adora lo hermosa que es y quiere verla siempre muy bien vestida, o como dice medio en broma, medio en serio (ella sabe que de broma no tiene nada) "La mujer ha de estar bien vestida o sin vestir", pero nunca con chándal, camisetas o vaqueros rotos.

Hace cuatro años que Charo conoció a Julio en casa de unos amigos comunes. Se enamoró de él al instante y por éso se sintió como en el cielo cuando él la invitó a salir. Se sentía importante, especial.
Julio, tan popular, tan elegante, un hombre maduro, un triunfador.

Empezaron a salir, primero a cenar, luego al cine. Más tarde vinieron los viajes a los mismos sitios. Juntos, pero separados, siempre simulando que no se conocían, que se encontraban por casualidad. Iban a los mismos hoteles pero tenían habitaciones separadas. Iban a las mismas fiestas, pero hablaban con otras personas.

Al principio esto hacía que todo fuera más excitante, parecía que vivían una película. Se sentía en una nube.
Pero el tiempo fue pasando y a Charo ya no era feliz con cenas en lugares remotos, con tardes robadas al trabajo.
Ya no disfrutaba de los viajes separados, de los encuentros secretos.
No quería migajas, quería vivir con él, dormir con él, despertar con él.

Julio estaba casado y hacía mucho que le prometía que pronto se divorciaría, pero ese pronto no llegaba y Charo se sentía mal, se sabía La Otra.

El tiempo pasaba, Charo no entendía porqué él no acababa de separarse, porqué no se casaban, porqué no vivían juntos.
Si ambos se amaban, si él la amaba y si como decía no deseaba a su esposa ni estar con ella, porqué no se divorciaba?

Él alegaba que algunos negocios estaban a su nombre y éso era un problema, que le estaba llevando algún tiempo, que no era fácil. Pero ya había pasado mucho tiempo y no lo había solucionado.
Charo se preguntaba si no podía hacerlo o no quería.
Sabía que existía casos en los que un hombre se acostumbraba tanto a tener una esposa en casa y una amante en el apartamento, en los hoteles,dutrante los viajes, que no hacían nada por modificar tal situación.
Ella sentía que estaba siendo así. Que era la amante: La Otra

Estar con Julio era maravilloso, eso no había cambiado, seguía siendo como estar en una nube, en una nube de felicidad y ésto era lo que hacía que luego el quedar sola fuera doloroso, tan insoportable.

Todas las fechas señaladas, navidades, cumpleaños, los veranos, y otros muchos días importantes y esperados,tenía que pasarlos sola. O no tan sola, pero sin él.
Él parecía no darle importancia, él decía que pronto todo cambiaría, pero ella no veía que fuera pronto y ésto estaba dejando una huella dolorosa en su alma.

Él venía a verla tan feliz y luego se iba tan contento. Era ésta una actitud que Charo no comprendía. Cuando se narchaba Julio ella sentía el peso de la soledad. La soledad de sentir que era La Otra
Lo amaba, sí, lo amaba y quería compartir su vida con él. Sentía un gran amor por él pero... ya no era feliz.
Ella quería tener un marido, un compañero, ya no se conformaba con un novio fantasma.

Éso le parecía Julio últimamente: un fantasma.

Un fantasma pues no podía presentárselo a nadie. Un fantasma porque nunca estaba. Un fantasma porque siempre desaparecía...

No, no era feliz. Charo se sentía muy desgraciada.
Caro hoy se había puesto especialmente guapa, se había vestido con un gran gusto, con elegancia.
Charo había tomado una decisión.
Hoy Charo le pediría que él también tomara una decisión.
Ya no quería seguir siendo "La Otra".

Charo sabía que su futuro dependía de lo ocurriera hoy, así que se volvió a mirarse al espejo. Se vio hermosa.
Mientras bajaba pensaba que no quería seguir teniendo un novio fantasma.
No, no era éso lo que quería para el resto de su vida.

Bajó decidida a dejar de ser "La Otra".

30 comentarios:

Layla - Noche Hermosa dijo...

Que triste, vivir una experiencia de ese estilo...que amargo saber q llega el momento en debes apostar a que esa persona decida por ti..como si fuese una desición de negocios, una elección del artículo que mas le guste.

Y la verdad te da en la cara como una bofetada, al comprobar tus tan evidentes pero guardadas sospechas, porque no querías aceptar q en realidad su amor, era una patetica forma de uso q tenía él para conseguir mucho de ti..mientras que tu solo eras la Otra, La amante.

Diana dijo...

Hola Noche Hermosa!!
Cómo has captado la esencia de lo que he querido contar!!!
Sí, es tan triste! Pero Charo no quería darsu sueño por perdido, verdad?
Aún tenía la tarde de ese día para descubrir qué iba a ser de su vida
Noche Hermosa, un biquiño desde Coruña.
Diana

Layla - Noche Hermosa dijo...

Por cierto!, he querido enlazarte en mi cuevita, pero he tenido problemas ..al agregar tu blog en mi listado me indica algo del no se que del feed..y no permite que cargue tu pagina, sabras algo de eso?..porq me gustaria tenerte bien de cerquita desde mi noche hermosa para seguirte.

Saludos Nocturnos

Diana dijo...

Hola
Noche Hermosa, np sé cuál es el problema. Nadie me ha comentado nada y yo he accedido al tuyo sin problemas, que dicho sea de paso, me parece divino.
Quieres Noche Hermosa volver a intentarlo?
Un bico desde Coruña.

fotosbrujas dijo...

una narrativa fluida para un interesante relato
saludos brujos

Pablo Folgueira Lombardero dijo...

Precioso, como siempre.
Cuentas perfectamente cómo ella se ilusiona cada vez que lo ve, y cómo él sólo la utiliza. Es una relación vacía, que no la hace feliz y que sólo sirve para que él se sienta más triunfador, porque tiene todo cuanto desea, a su mujer y a "La Otra".
Real, y por eso, triste.

Diana dijo...

Hola
--Cuentos Brujos, gracias por tu elogios, por supuesto no merecidos.
Espero que te haya gustado la historia.
--Pabliño,como siempre qué otra cosa que decirte? graciñas, siempre tan amable.
A los os mando un besiño desde Coruña.
Diana

Layla - Noche Hermosa dijo...

Hola Diana, yo de nuevo por acá...he intentado un monton de veces agregar tu link a mi listado y continua con el problema...para q veas a donde redirecciona tu link entra dede mi blog...por mas q pego la url exacta, redirecciona a algo de un feed...me siento triste..quiero agregarte amiga :(

Fernanda dijo...

Me encantó Diana. Escribes como los Dioses.
Besos

FERNANDA

Pedro Delgado dijo...

¡Pobre Charo! ¿Por qué casi siempre la felicidad de unos suele ser a costa de la desdicha de otros?

No sé que clase de sujeto será el tal Julio (egoísta, como mínimo) pero a lo mejor tiene también un problema. Recuerdo una letra de unas sevillanas de Romeros de la Puebla que dice ...

"Son dos puñales,
una es madre de mis hijos
"la otra" es mi amante.
Dime que espina me arranco
que mi corazón no sangre".

Saludos flamencos desde Cáceres

Diana dijo...

Hola
--Noche Hermosa, has conseguido agregarme?.
Espero que sí.

--Fernanda, eres una exagerada, pero que mucho eh? Graciñas por ser tan generosa en tus elogios.

--Pedro, hola.
El sujeto de tu copla es cuando menos egoista. Debería de preguntarle a ellas cuál debe de salir de su corazón (a ser posible rompiéndoselo) (es broma)
Seguro que alguna de ellas le solucionaba el potencial problema.
Venga amigo estremaño, un biquiño.
Diana

aaaa dijo...

Hola Diana: de esta vez tu historia parace que es real, o sea que alguien te la ha contado, lo siguiente es preguntarte, sigue Charo esperando por su amor o ha decidido volar sola?
bss

Sara dijo...

Precioso relato!!!me encantó Diana, como siempre...
Pero yo soy muy práctica, tanto que esta historia lo que me da por pensar es que "sarna con gusto no pica"!!!lleva mucho tiempo siendo la otra, y me imagino que ella lo eligió... tiene dos opciones: continuar siéndolo...o como dices en tu historia, estar dispuesta a dejar de ser la otra...
AYYYYY...esa dignidad de la persona!!!nunca entenderé a ciertas mujercitas, pero en fin!!!es un pensamiento muy pero que muy personal.
Un besito ya casi desde LLanes, me voy a recargar las pilas.

nosecomosoy dijo...

Hola
-Rafaela, fíjate que me has hecho pensar y buscar entre la gente que conozco y la verdad es que no conozco a nadie ni hombre ni mujer que esté en esta situación, pero todas sabemos que pasa, y más de lo que tal vez veamos.
Sabes?, supongo que si es consecuente con sus verdaderos sentimientos, sabrá tomar la decisión adecuada.
Rafaela, un biquiño y por cierto, gracias por tus terapias, la verdad es que siempre me haces pensar y algunas veces hasta me siento identificada.
Niña, desde Coruña otro bico.
Diana

el piano huérfano dijo...

Es triste , pero a la vez tiene algo que deja pensar y enseñar como crecer y aprender

gracias

Pedro Delgado dijo...

¡¡Olé, Diana!!

Creo que no acerté a dar a mi comentario el tono irónico que pretendía. El resto de la copla es igual de machista: sólo trata del "problema" de él y para nada se preocupa por los sentimientos de ellas, ¿será que no quiere a ninguna de las dos?

Por supuesto que yo no comparto todas las letras del flamenco.

"Besinos", como decimos por aquí.

Diana dijo...

Hola
Será Sariña que ella no eligió ser La Otra, si no que sabiéndose enamorada creyó en el amor que él decía sentir?
Será que no sintiéndose La Otra esperaba a que él solucionara su estado civil para convertirse en la esposa del hombre que amaba?
Será que viendo que ésto no se producía fue cuando empezó a ver las cosas de forma diferente y tal vez (sólo tal vez) como habían sido desde el pincipio?
A las dos opciones a las que aludes: seguir siendo La Otra o dejar de serlo (tal como lo dices creo entender que te refieres a dejar de verse con él) habría que añadirle una tercera opción: ser su esposa, compañera o como se quiera denominar, pero compartiendo sus vidas.
No haces alusión alguna al comportamiento de él. Digo yo el dado que el casado es él, no es el que debaría de asumir su responsabilidad para con las dos mujeres con las que se "relaciona"?

Bueno, ya ves que sin ser demasiado dispares, nuestros puntos de vista son diferentes.
Sariña un biquiño muy grande y que sepas que te odio por darnos tanta envidia.
A pesar de ello: feliz estancia en el paraíso.
Desde Coruña.
Diana

Diana dijo...

Hola
El Huérfano Piano, gracias por tu visita.
He visto tu blog, ya te he dejado un saludo.
-Pedro por lo poco que te he leído y por los comentarios que has hecho;casi sé que de veras no debes de compartir las letras de las coplas.Supongo.
Por lo demás toda opini´çon es respetable, compartida o no, pero respetable.
Un besino¿?
Desde Coruña un biquiño para los dos.
Diana

Pedro Delgado dijo...

En Extremadura, especialmente en la parte de Cáceres, tendemos a los diminutivos cariñosos terminados en "ino": besinos, burrino, chiquenino, hermanino, ... lo digo por las interrogaciones que pones detrás de "un besino". He supuesto que "biquiño" debe ser lo mismo en gallego, ¿no?

Muchos besinos y saludos flamencos.

Verdial dijo...

Ni te imaginas lo que me ha llegado esta entrada.
"La otra" sufre mucho cuando él se va al caer la noche y sabe que compartira la cama con alguien que no es ella. Sufre porque sabe que él esconde o tira todos sus regalos para no delatarse, que antes de llegar a su casa se lava la cara en el aseo de algún bar para eliminar su olor y que le prohíbe llamarlo por telefóno a menos que él se lo pida.

Creo que Charo, al bajar con su desición, no va a volver a ver a Julio, porque en definitiva Julio es un cobarde. Entonces Charo empezará a vivir.

Un abrazo

Verdial dijo...

Diana, me olvidé decirte que he leído el comentario de Noche Hermosa y yo también tengo problemas para enlazarte. De hecho no puedo. Te tengo en mi lista de preferidos pero al pinchar no sale tu página, y créeme, lo he intentado infinidad de veces.
Te tengo que buscar a través del google.

Besos

Diana dijo...

Hola
Pedro, entendí que me querías decir un besito, pero lo que me sorprendió fue que pusieras " besinos", me parecía una expresión leonesa (no olvidéis que yo soy nacida en León)
Pedro, yo también te mando un besino y por extensión un biquiño.

--Verdial, amiga, veo que has leído más allá de lo escrito, veo que sabes de qué va este tema, tan triste, tan poco contado, pero ya tan habitual.
Sí, supongo que Charo comenzará a vivir, al menos iniciará un nuevo camino.
Julio, bueno Julio...., pues lo más probable es que se quede sin ningu na de las dos, al menos sin el cariño, sin el amor de ninguna.

Verdial, al igual que le dije a Noche Hermosa, supongo que el problema para linkear la url de mi blog está en que aunque el blog se llama "y tú que lo veas" la dirección es:

www.tuqueloveas.blogspot.com

Puedes notar que es: tuqueloveas....
desaparece la Y .
Espero que lo consigas.
Recibe un biquiño niña desde Coruña.
Diana

Dylan Forrester dijo...

Un vivo retrato de aquellas relaciones prohibidas que siempre traen cola, y quizá porque no sabemos entender que las emociones son solo el cuerpo del amor, pero las decisiones son el alma.
Buen relato, con un final donde se puede intuir la ruptura de los protagonistas, al menos así lo entiendo.

Un abrazo...

Sirena Varada dijo...

¿Así que bajó decidida a dejar de ser "La Otra"?...Eso está bien.

amiga Diana, has escrito un buen relato, como la vida misma, pero me encantaría que hubira una continuación, algo así como:

Ella dejó de ser "La Otra", la esclava, la víctima; abandonó a su amante y se volvió a enamorar. Hoy, felizmente casada, tiene un bello e impaciente amante: "El Otro".


Besos

Diancecht dijo...

Pues será que sigo siendo cruel y descarnado pero ella sabía lo que había y lo eligió así.

¿Julio es un cobarde? Tal vez, pero no podemos dejar que el rumbo de nuestra vida esté gobernado por el timón de otros.

Diana dijo...

Hola
Jorge, este tipo de relaciones, al menos cuando comienzan ya no son "relaciones prohibidas", son unas "nuevas relaciones", lo que pasa es que el señor don Julñio estab cómodo en su posición, Lo estaba al menos mientras Charo no decidía nada.
-Sirenita, Sabes qué hay mejor que un hombre?
Se lo diremos a Charo, verás como acabará por estar de acuerdo.
--Dian, amigo Dian, bienvenido de nuevo.
Ella no sabía que esto iba a durar cuatro años, cuatro años esperando que él tomara una decisión.
Hoy en día hay algo que se llama divorcio, matrimonio civil o pareja de hecho. Ella no eligió que él estuviera con las dos.
De todas las formas, como casi siempre, la decisión determinante, la ha tomado ella.
Graciñas por vuestras opiniones.
Desde Coruña un biquiño.
Diana

Anónimo dijo...

Una situación así no es fácil para ninguno de los dos...

Un beso niña!

El Diablo Des. dijo...

“Charo sabía que su futuro dependía de lo ocurriera hoy…”

Creo que más bien dependía de un poco de amor propio. Si ya no era feliz con tal situación entonces habría que hacer algo, independientemente de lo que le dijeran en esta ocasión. No digo con esto que lo que hacía estuviera mal, porque mientras le hiciera feliz su situación, pues que más daba que estuviera en un amor “prohibido”, pero ahora ya no era ese el caso. Si estas siendo desdichada y eso no es lo que buscas, entonces Charo, por Dios, muévete.


Saludos.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Todos somos la otra, o el otro, em algún aspecto de nuestra vida. Mirate a ti mismo y reflexiona sobre ello. El trabajo, con los amigos, con tu pareja como nos presenta Diana. Pero en todas estas situaciones hay un factor común: Es algo que sabes y que aguantas ante el miedo de dejar de ser el otro, o la otra, y en lugar de pasar a ser el protagonista pases a ser nadie.

Noche hermosa: Pasame tu blog que te lea, por favor. Has despertado mi curiosidad.

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