La Empresa


El Despertar

Le dolía la cabeza. Sentía que tenía resaca, pero no recordaba haber bebido, al menos no tanto como para esta resaca.
Miró a su alrededor y vio que estaba en una habitación vacía, bueno, vacía no, tenía un camastro, como los que se ven en las celdas de las películas.

Qué hacía en ese cuarto?
Intentando no dejarse dominar por el miedo se sentó en el camastro y pensó: Qué día es? Martes, es Martes...

Recordaba que el día anterior antes de salir del trabajo lo había llamado el jefe.

-El director de RR.HH. quiere verte mañana. -le dijo.
-RR.HH? Qué es eso, jefe?
-Recursos humanos, animal, que eres más animal que los de allí...
-Que te den, idiota, pensó. Pero preguntó:
-Qué quiere?
-Creo que te va a dar a firmar el contrato fijo. Por lo visto te entiendes con los animales como si fueras uno de ellos.

Qué cabrón. Nunca le había gustado su jefe, le parecía que no tenía ya no corazón, ni alma debía de tener ese tío. Qué hijo de puta, seguro que vivía solo y nunca había tenido ni novia ni nada.
Para qué me querrá ver ese tío. Ni siquiera sabía que existiera eso de Recursos Humanos.

Él trabajaba desde hacía cinco meses en el cuidado de los animales y no entendía de humanos ni de recursos.

Esto había sido todo lo que habían hablado. Luego él se marchó a comer.
Recordaba haber comido en el bar de siempre, con una cerveza, bueno, tal vez dos, al fin y al cabo iba a firmar su contrato de fijo.
Se lo contó al camarero y éste muy simpático él, le dijo:
-Tu sentencia, eso es lo que vas a firmar.
-Oye, que se supone que eres mi amigo!
-Es broma, tonto. Pero la verdad es que ese trabajo tuyo no está mal. Lo que es siniestro es dónde lo realizas. Cuentan "cosas"...
-Yo no me meto en nada, ni hago preguntas ni ná. Yo voy a lo mío, y a mis amigos los animales.

Y después... no sabía.
No recordaba.

Sintió que quería orinar (las cervezas, claro), pero no tenía dónde.
Volvió a mirar, a ver si veía algo más que el camastro, pero allí no había nada.



En las películas además de un camastro, siempre había donde orinar. Si lo sabría él, que veía todos los días dos o tres películas.
Desde que murió su padre, vivía solo, tenía algunos amigos y alguna amiga, más o menos íntima, pero vivía solo, ya no le quedaba familia.

Llamó a gritos al jefe, pues estaba seguro de que estaba en el trabajo. Reconocía el olor, por algo pasaba 8 ó 9 horas diarias allí.
Pero no reconocía esta habitación. Eso no era raro, él nunca había merodeado por el edificio, se lo habían advertido al entrar a trabajar: nada de andar por lugares ajenos a la estancia de los animales.
Había oído "cosas", algunas bastante siniestras (siniestro fue lo que dijo su amigo el camarero. Sería que conocía más "cosas" que él mismo?).

Seguía llamando a gritos. No parecía que nadie le oyera, así que pensó que orinaría en una esquina y luego ya lo limpiaría.

Por qué está todo en silencio si es Martes? Porque es Martes, verdad? No lo sabe, pero debe de serlo, aunque si es Martes por la tarde, porqué siente esta resaca, este malestar?

Por fin se decide a orinar y lo que ve lo deja perplejo:
Por qué orina rojo? No le duele nada, así que piensa que no es sangre. Ve que su orina es roja. Qué es esto? Parece sangre! termina y se dirige al camastro.

Empieza a sentir miedo, aún no sabe de qué, pero su cuerpo reacciona antes que su mente. Porqué está tan espeso? Por qué nota esta resaca tan grande?

Qué bebí?
Cuándo lo bebí? Lo bebí?
Mi orina es como la de algunos animales después de volver del laboratorio.


De los que volvían, claro. Algunos nunca más volvían.
Él nunca había preguntado dónde quedaban, ni porqué orinaban rojo los que volvían. Él nunca hacía preguntas.

Él había firmado hoy su contrato de fijo, pero cuándo?
Volvió a concentrarse.
No puede, ahora la cabeza le da vueltas, se marea, se va a caer y lo sabe.
Se acuesta y se duerme.

Cuando despierta, ya es noche, pero ahora sí hay ruidos en el edificio.
Piensa que esto es muy raro, por la tarde había un gran silencio, sólo roto por sus gritos de llamada, y ahora que es noche, se oye ruido de una gran actividad. Aún sin acabar de espabilarse, oye abrir la puerta y con alegría se acerca.
-Qué tal está? -oye que le preguntan.
-Bien, pero necesito ir al baño, me dice dónde está?
-Lo siento, ahora no puede salir, sólo he venido a ver si había superado las primeras 24 horas.
-Cómo? 24 horas? Qué día es? Es Martes por la noche?
-No, es Miércoles, usted ha estado bajo los efectos del medicamento que le administraron.
-Cuándo? Qué medicamento?
-No lo sé. Supongo que será algún experimento.
-Cómo es que me han drogado? Eso es un delito!
-No, usted aceptó. Usted firmó el lunes su autorización.
-No, yo firmé el contrato de fijo!
-Bueno, mire, yo sólo cumplo con mi trabajo y mientras usted aguante la droga, yo se la daré.
-No. no, no no...

Empieza a sentir que se cae, sus piernas no lo aguantan, su cabeza da vueltas...
Se deja caer en el camastro y duerme. Mientras duerme ve cómo le van abriendo el cráneo, cómo le separan el cerebro y cómo le quitan un trocito.

No, es mi cerebro! Déjenlo, no me lo roben!

Da una vuelta y se cae del camastro, con el golpe se le rompe una pierna y al intentar apoyarse nota cómo se le rompen las manos.
Qué pasa?

Grita. Sabe que no lo oye nadie, que es un grito silencioso, que sólo lo oye él. Pero aún así sigue gritando.
Vuelve a subirse a la cama y aunque sabe que se ha roto las piernas y los brazos, no le duelen.
(Eso no es normal, tenía que dolerme todo. Mejor, no quiero que me duela nada.)
-Qué firmé?
-Tu sentencia.
-Mi sentencia? (eso dijo el camarero)
-Sí, tu sentencia de muerte.
-No, no.
-Sí, nosotros somos La Empresa, tenemos las drogas y necesitamos saber qué efectos producen.
-Pero para eso están los animales...
-Ahora tú eres nuestro animal de pruebas.
-No, no.
-Pero yo no quiero!
-Pero tú no decides, tú has firmado el consentimiento!
-No. Os demandaré!
-A la Empresa? Ni lo intentes.

Está solo, así que toda esta conversación no es real. O sí? Está hablando con el trozo de cerebro que le robaron. Ahora está haciéndose grande, ahora va a ser otro ser.
No, las drogas no pueden hacerme esto.
No quiero ser dos.
Me estoy volviendo loco!

En su locura, ve cómo se abre su pecho, cómo su corazón sale de él y se va para el otro cerebro...
En su locura se dice que él va a salir de aquí, que va a denunciar a la Empresa.
Pero no puede callar esas voces que sólo oye en su cerebro.

Mira al techo con resignación y ve algo que no había visto: una cámara.
-Eh, vosotros! Sacadme de aquí! Quiero salir, quiero irme, sáquenme de aquí!

Vuelve a sentir que se marea, que se duerme. Se dirige al camastro y se desvanece.
Un ruido lo despierta y ve cómo el mismo hombre de antes le está administrando nuevamente la medicación.
-Oiga, sáqueme de aquí, por favor. No diré nada, no denunciaré, no haré nada, sáqueme de aquí.
-No sea idiota, usted no puede hacer nada, no es que no quiera, idiota; es que no puede.
-Eso lo veremos...

Y, se puso a pensar cómo vengarse, cómo salir de esta habitación. Bueno, ahora estoy con sueño, cuando despierte pensaré cómo salir.

Cuando despierte, cuando despierte...

Y se va quedando dormido y, en su locura sabe que cuando despierte todo habrá acabado.
Claro, eso es! Les venceré: me despertaré.
Ganaré a la Empresa: me despertaré.

Con un gran alivio, comprende que todo ha sido una pesadilla, que cuando despierte él acabará con todo ésto, y les ganará.

Mientras, vuelve a dormirse.
Les ganaré, cuando despierte...

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Si tus últimos escritos me han impresionado (cada uno en su estilo), este desde luego me ha dejado...
que no se ni como describirlo.
Independientemente de que el relato en sí es de los que llegan a lo más hondo del que lo lee, no dejo en reafirmarme en lo excelente escritora que eres (creo que ya te lo he dicho en la respuesta a un comentario que has dejado en mi blog).
Diana, a personas como tú, a blog como el tuyo, no hay que dejarlos pasar de nuestra vida.

Un abrazo

alter-ego dijo...

Hola Diana,vengo del blog de Marnie y he visto su link y aprovecho para ver y saludarle atentamente.Reciba mis cordiales saludos.

www.martin-almiron.com

Diana dijo...

Hola.
Hola, Diario de un Pasado.
Gracias por tu comentario, pero he de decirte que te has pasado un pueblo y parte de otro.
Jo, qué sí!!
Por cierto, si de buenos relatos hablamos, mencionar tu post "Rojo No, Grana Sí" es de obligado deber.
Gracias por todo, gracias.
Desde Coruña un biquiño.
Diana.

Diana dijo...

Hola
Hola Alter ego.
Gracias por pasarte por aquí.
Un saludo para tí también.
Diana.

Diancecht dijo...

¿Has leído Dinero, de Martin Amis? Creo que su descripción de las resacas y de la deslocalización de gustarían.

Me ha gustado la forma de transmitir la angustia, pero no sé si debería haber leído esto antes de dormir.

Bicos,
Dian

Diana dijo...

Hola.
Dian, gracias por tu visita,
Gracias por tu recomendación, leeré el libro, vaya qué sí!
...Y, por favor, no se te ocurra tener "malos sueños", no hay en mi ánimo ser "la empresa"
Que tengas felices sueños.
Un biquiño desde Coruña.
Diana.

Fernanda dijo...

Diana: me encantó, cuánto suspenso y qué bien contado.
Cariños desde USA

Fernanda

Diana dijo...

Hola. Gracias a tí, cielo.
Qué haces tan lejos?
Porque éso de USA, está lejos, verdad?
Tanto que no da para invitarte al café que me estaba preparando. Cuánto lo siento!
Desde Coruña te mando un biquiño, que para éso no hay distancias.
Diana.

Pablo Folgueira Lombardero dijo...

Es genial
Un texto estupendo.Otra vez lo has conseguido.
Besos desde Gijón.

Sara dijo...

Dianina...precioso, estupendo...como lo disfruté,te superas día a día, como escribes, como trasmites...de tanto charlar contigo no podia dejar el comentario, ahora voy a ello eh! cuando te pases por mi blog cogete el premio que te otorgo al blog dorado, a mi me lo hadado una amiga muy querida de la blogosfera Maria teresa y yo quiero compartirlo contigo, porque tu blog es oro como son oro tus escritos, guapa... recibelo sin ninguna obligación más que la de seguir estando ahí, quiero sentirte siempre tan cercana.
Te otorgo el premio al BLOG DORADO.
Muackkkkk

Diana dijo...

Hola
Sara, la verdad es que siempre tan encantadora.
No me creo nada de nada (aquí decimos: ren de ren)
Eres una amiga y ya no eres objetiva. De todas las formas muchas gracias.
Levantas la moral al más pintado.
Me pasaré a recoger tu premio.
Desde Coruña un biquiño.
Diana.

MARNIE dijo...

Vaya!, y ahora qué hago con la curiosidad que tengo??
Me ha encantado..

Besos
Marnie

MARNIE dijo...

Cómo qué cual?,jajaja. Diana. El del contrato indefinido se despierta o no?. Es un sueño o tiene un clon con medio cerebro suyo?. Han tenido algo que ver los sincatos con todo eso?,jajajaja.
Pues que tendrás que hacer una segunda parte no?
Eres estupenda!
Marnie

Diana dijo...

Hola.
Ahora sí que me has dejado patidifusa!
A ver, cuál es la última frase del cuento?
Venga paisaniña, un biquiño desde Coruña a un lado.
Diana.

Sirena Varada dijo...

¿Se precipitó al vacío agujero de la locura?, ¿se despertó y la pesadilla toco su fin?, ¿conseguiría ganarles?
Un relato muy ameno que sabe recrear una atmósfera agobiante, y también un excelente final, aparentemente abierto, para alguien que parecía estar irremisiblemente atrapado.

Hoy quiero contarte dijo...

Pasate por mi blog a recoger el premio CALIDEZ, para mi es un honor compartirlo contigo. De las seis personas a quien se lo debo pasar he pensado en ti, te lo mereces porque tu blog es asi de chulo y de cálido, como tu.
Un besito de los de verdad.

Hoy quiero contarte dijo...

Ah, lo encontrarás en el segundo comentario de mi entrada "El árbol de los problemas" del dia 6 de mayo.

Diancecht dijo...

Que conste que he dormido bien. Por suerte creo que no hay nada que me pueda quitar el sueño.

Por cierto, si no te importa voy a enlazar tu blog, creo que merece la pena verlo.

Diana dijo...

Hola
Hola Sirenita.
Gracias por tus palabras.
Sí, creo que estando ya en plana vorágine de locura, encontró la luz que le marcaba el camino de su libeación de la mano de su cordura ( siempre que se despertara, para lo que primero tenía que dormirse) Lo que le permitiría ganar a
La Empresa.
Te parece?

Diana dijo...

Hola.
Hola Hoy Quiero Contarte un Cuento.
Claro que me pasaré por tu blog, no sólo a recoger el premio que me concedes, (que considero no merezco) si no que por el placer de leer tus adorables cuentos.
Un biquiño desde Coruña.
Diana.

Diana dijo...

Hola.
Dian, me alegro mogollón que hayas dormido como un bendito.
Será que tienes la conciencia en paz ?
O que tienes un secreto con el que atraes a Morfeo y lo acaparas de forma poco solidario.
Yo no es mucho lo que duermo precisamente.
Graciñas por añadirme a tus favoritos, desde Coruña te envío un biquiño
Diana.

Pilar_Cordoba dijo...

Hola wapa, genial relato. Te felicito y te admiro por tener esa capacidad para contar historias.
Gracias por haberte pasado por "mi rinconcito" y me alegro que tehaya gustado, yo tambien he disfrutado leyendote.
Seguimos en contacto.
Besitos

MARNIE dijo...

Mientras, vuelve a dormirse.

Les ganaré, cuando despierte...

Vale..., tú ganas!!
Mas Besos
Marnie

Diancecht dijo...

Pues no sé si tendré la conciencia tranquila, lo que sí tengo es un sueño que no veo :)

María dijo...

Impresionante como logras mantener la tensión y la intriga hasta el final. Me has dejado boquiabierta. Nunca, jamás...dejes de escribir.

Un gran abrazo Diana :)

Diana dijo...

Hola Kay.
Oye, sé que te pasa un pueblo y parte de otro; pero por mí encantada, me gusta.
Kay, porqué no puedo acceder a tu blog?
Me gusaría hacerlo, pero no puedo,
Desde Coruña te envío un bico, Kay.
Diana.

Mediterráneo dijo...

Menuda historia!
Muy bien contada, cada frase te lleva llena de intriga a la siguiente.

¿Un sueño o la más pura realidad?

Besos con abrazo

Anónimo dijo...

Cuantas veces me he desdoblado entre la irrealidad y el presente tal y como tú describes en tu post.
Y créme, tú lo haces de maravilla.

Atentamente
Bandolero El Tempranillo

Anónimo dijo...

Siempre me sorprendes y me enganchas con tus relatos. Gracias mil. Este relato es genial. :)

Besicos!!

Unknown dijo...

Hola! Estuve intentando dejarte comentarios pero no podía, me ponía "not available". Por eso he tardado tanto en decir hola.
Yo, en tu lugar, escribiría a una editorial y les enviaría estas historias. Podrías publicar un libro!
Disfruta del fin de semana, besos.

Alex dijo...

Soy recién llegado a este rinconcito tuyo. Me ha encantado como escribes y la capacidad que tienes para hacer que el lector se sienta inmerso en la historia.

¡Prometo leer dos veces antes de firmar el próximo contrato!

Un abrazo.

Diana dijo...

Hola.
Alex, graciñas por pasarte por aquí. Harás bien en leer y releer tu próximo contrato, no vaya a ser que te encuentres inmerso en una aventura no deseada, luego tendrías que contársela a tu Suzanne. (es broma)
He estado mirando tu blog y me gusta.
Lo seguiré
De nuevo gracias y desde Coruña te mando un biquiño.
Diana.

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